Sabemos que la adaptación a un nuevo entorno puede ser difícil, por lo que contamos con un protocolo de bienvenida. Incluye una reunión con el equipo médico y asistencial, acompañamiento personalizado los primeros días, presentación con otros residentes y participación progresiva en actividades grupales para facilitar la integración.

Las visitas de mascotas están permitidas en determinadas áreas y bajo supervisión. En algunos casos, si el residente depende emocionalmente de su mascota y puede ocuparse de su cuidado, se estudian opciones individualizadas para garantizar el bienestar de ambos.

Si un residente requiere hospitalización, nuestro equipo de enfermería coordina el traslado con el servicio de emergencias y mantiene contacto con la familia. A su regreso, se hace un seguimiento médico para garantizar una reincorporación segura.

Sí, los residentes pueden salir acompañados de familiares o de forma autónoma si su estado de salud lo permite. También ofrecemos la opción de estancias temporales fuera de la residencia, siempre que se coordine con el equipo médico para garantizar la continuidad de los cuidados.